Mis escritos son parte de la filosofía que me impulsa en el desarrollo de mi obra plástica. Hace poco tiempo que he decidido ir 'dando rienda' a la palabra contenida.
Haber descubierto que el arte 'alimenta' (aunque no necesariamente dé de comer), me indujo a seguir una veredita llena de sorpresas hacia el mundo de las artes. Como consecuencia, desde los años 70, me dediqué exclusivamente a la escultura.
El tortuoso periplo que hilvanó mi vida, cuando sobrevivir suponía 'pasar a través de los silencios y de las sombras', paradójicamente me enriqueció enormemente.
En las artes plásticas encontré el lenguaje que me permitió expresarme con soltura, gracias al apoyo íntimo de la palabra. Anteriormente había vivido un romance con 'Euterpe' y otras Musas, con quienes sigo manteniendo relaciones puramente epistolares.
No soy escritor, simplemente un 'indiano' con las alforjas repletas de 'riquezas' que deseo compartir, contándolas o modelándolas.
Jorge Castro Flórez de la obra 'EL DESORDEN DE LAS IDEAS'